La digitalización empresarial está cada vez más presente en aspectos del día a día. Desde las compras hasta las relaciones sociales se llevan a cabo mediante las diferentes vías digitales. Las relaciones laborales no son una excepción. Las empresas cada vez son más conscientes de ello y deciden digitalizar sus servicios.
Según un estudio realizado por Fujitsu el pasado año a 600 responsables de empresa europeas, el 90% de ellas considera primordial la digitalización de las empresas. Este estudio también concluye que el 68% de las organizaciones españolas necesitan un partner estratégico para conseguir alcanzar la transformación digital de su empresa. El estudio de este año va más allá, determinando que “el 40% de las empresas españolas no existirán en su forma actual en 2021”. Sin embargo, a pesar de que el futuro ya está aquí, todavía hay emprendedores que no saben muy bien cuáles son los ámbitos principales de afectación de esta tendencia hacia lo digital. Por ello, seguidamente se presentan algunos consejos a modo de hoja de ruta para lograr tener éxito en la implementación.
Consejos para llevar a cabo un plan de digitalización empresarial. Estos son los consejos seleccionados:
- Evaluación de la situación actual de la empresa – No todas las empresas tienen las mismas necesidades de digitalización, eso está claro. Pero en todo caso la digitalización puede ayudar a cualquier iniciativa a cambiar su modelo de negocio haciéndolo más rentable. Resulta interesante, por tanto, conocer con detalle el estado inicial de la empresa y la salud de la marca para reunir todo aquello que hace de ella lo que es y trasladarlo al plano digital.
- Elaboración de un plan de transformación digital – Es recomendable definir bien un plan de aprovechamiento de los nuevos recursos digitales que se ejecute en el medio plazo y de forma paralela a las actividades físicas de la tienda, fábrica o empresa de servicios. En esta fase se deben establecer los recursos propios o externos que se ocuparán de gestionar el plan de transformación.
- Entender y optimizar la experiencia de usuario (UX) – En contraposición al anterior concepto de experiencia de cliente, ahora resulta imprescindible cuidar la experiencia de usuario. Así, es necesario auditar el sitio web de la compañía y sus plataformas auxiliares para identificar aquellos problemas que devalúan la impresión del cliente o reducen la calidad de su navegación.
- Definir las redes sociales en las que se implementarán perfiles – Hoy en día, si un negocio no está en las redes sociales es como si no existiera. De este modo, el proceso de digitalización debe incluir en su alcance la implementación de perfiles en las plataformas sociales principales y en aquellas relativas al sector de la empresa.
- Crear una estrategia en las redes sociales elegidas – Si bien la idea principal que se esconde detrás del community management es la regularidad de publicación, nada es tan esencial como generar engagement. Para conseguirlo no queda otra que servirse de la creatividad. En un panorama social abarrotado de propuestas, tan solo aquellas publicaciones más rompedoras, frescas e interesantes ganan.
- Analizar si un negocio necesita un blog y qué contenidos generar – La forma más fiable de mejorar el posicionamiento de una página web es mediante el contenido. Definir los contenidos a publicar es igualmente importante, y han de alinearse con las necesidades reales del cliente objetivo y su forma de encontrar una solución a las mismas.
- Chatbots – Los asistentes virtuales son el futuro. Gracias a ellos es posible centralizar la atención en clientes y establecer un canal adicional de captación de leads.
- Ciberseguridad – Cumplir con las normativas vigentes en materia de protección de datos es otro básico que no se puede dejar de lado, así como usar protocolos seguros https, que no solo brindan protección, sino que mejoran el SEO de la página web.
- Aplicaciones – En la era de los smartphones, crear una aplicación que sirva de respaldo al usuario es muy conveniente. No se puede olvidar que más de la mitad del tráfico que se genera a diario viene de personas que utilizan dispositivos móviles para acceder a Internet. Sabiendo esto, es una buena actuación ponérselo fácil al usuario móvil, diseñando una app que le ayude a acceder a los productos o servicios.
- Financiación y gestión monetaria – Un negocio no puede, en estos días, desarrollarse digitalmente sin acceder a eventos virtuales de consecución de fondos para iniciativas de ampliación. De igual modo, debe ofrecer medios de pago a sus clientes estrictamente digitales, como PayPal o productos Blockchain que se alineen con sus preferencias de gestión monetaria.
- Intranet – El uso de una intranet favorecerá la relación entre los miembros del equipo, la optimización en la programación de tareas y la seguridad de las comunicaciones. Trabajar, por ejemplo, con un ERP puede ser una forma ideal de entrar en la era digital de forma integrada y gestionar todos los datos de la empresa de manera centralizada.
- Big data – A medida que el volumen de datos que se produce en una organización aumenta, mayores son los retos al analizarla, pero con la ayuda del Big Data las conclusiones obtenidas son más precisas y permiten una mejor toma de decisiones.
- Inteligencia artificial – Hay muchas funciones que pueden automatizarse, desde las actividades de marketing hasta la gestión del aparato de asistencia de clientes. Y es que los programas son cada vez más capaces y la mayor capacidad de gestión de datos favorece la aparición de soluciones informáticas sencillamente alucinantes.
- Códigos NFC y QR – Mediante ellos se puede enlazar la estructura digital con los recursos comerciales físicos, como las tarjetas de visita o los folletos.
- Software as a Service (SaaS) – Ya se trate de ofrecer servicios en línea o de consumirlos, la iniciativa debe servirse de esta tecnología de vanguardia que permite conseguir herramientas digitales a un precio asequible u ofrecer una solución online como base del proceso comercial.
En definitiva, son muchos los ámbitos profesionales y formativos que se han visto redefinidos con la llegada de las TIC. No queda otro remedio que adaptarse a ellas y sacarles todo su potencial. Tal y como aseguran desde Grupo Fuertes, «el salto digital conlleva numerosas ventajas para las compañías permitiendo mejorar, por ejemplo, la capacidad analítica para procesar la información en tiempo real, la trazabilidad y el control de dicha información, así como la capacidad de anticipación a la toma de decisiones«.
Por otro lado, las estadísticas menos optimistas afirman que una de cada cinco empresas sobrevivirá en el futuro, y será precisamente aquella que haya comenzado su proceso de digitalización lo antes posible.